“Píldora de la discordia”
Si por siglos y siglos
No han condenado las guerras
Han bendecido las armas
Comulgados generales, asesinos.
Si por siglos y siglos
No han respetado la vida
Han violentado las tierras
Ocultando sus negocios, Asesinos.
Más humildad
Si la píldora viene después…
(La Píldora, Grupo Sol y Lluvia)
Según la Declaración Universal de los Derechos Humanos, cada persona tiene el derecho a la salud, ello implica salud sexual y reproductiva en el caso de las mujeres, pero en nuestro país este tema parece ser más político que legal.
Como mujer, nos preguntamos: ¿hasta cuando la Derecha, la Concertación y la Iglesia se siguen aprovechando de nuestro derecho a escoger? ¿Por qué Bachelet, siendo doctora, entrega la decisión de distribuir o no la píldora del Día después a los alcaldes según su “conciencia”?
Hoy en día, el 30% de los municipios no entrega Postinor-2 y de ellos, más de un 40% son manejados por alcaldes pertenecientes a la Alianza por Chile, por otro lado, lo más desolador es que el Estado demuestra que tampoco le importa realmente la salud de las chilenas, pues utiliza este anticonceptivo en tiempo de elecciones para sus polémicas disputas electorales, lo más lamentable es que son ellos mismos los que dejan las leyes inconclusas para generar debate, por ello no es de extrañarnos como la Concertación ha gobernado todos estos años junto a la Derecha, no les conviene cuestionar la existencia del Tribunal Constitucional, no avanza en la despenalización del derecho al aborto terapéutico, prohibido desde la dictadura.
Finalmente la base de la pirámide social, las mujeres del pueblo, somos las que sufrimos las consecuencias, al año se realizan unos 200.000 abortos clandestinos, con todos los riesgos que estos conllevan por no contar con la infraestructura, personal ni control adecuado para garantizar seguridad. Esto no es justo para las trabajadoras, las estudiantes, las mujeres pobres en general que en muchas ocasiones han pagado con la muerte o cárcel este derecho a decidir.
Luchemos juntas para reponer nuestro derecho al aborto legal, a los anticonceptivos gratuitos y seguros, a la educación sexual, cambiemos entonces de representantes en el Estado pues necesitamos garantizarnos una salud pública realmente digna, es nuestro derecho como persona.
Pau Albiett, militante de JJ.CC. de Chile.
